viernes, 25 de enero de 2008

La creación del mundo


Como casi todos los universos, al principio todo era oscuridad, una inmensa y profunda oscuridad, donde ningún planeta irradiaba luz propia.
Sin embargo cuenta la leyenda que en un planeta ocurrió algo imprevisto y para nada imaginable.

Un objeto poco a poco se fue creando. 
Ese objeto era de un material orgánico, que no se desplazaba por voluntad propia, ni tampoco necesitaba alimento. Poco a poco fue cubriéndose de adornos y símbolos extraños, y comenzó a emitir un ligero resplandor.

Un día ese objeto paso de emitir el ligero resplandor y a proyectar una luz muy potente nunca entes vista en este universo de oscuridad. Comenzó a vibrar y cambió de forma, como si se hubiera partido en dos mitades pero estando unidas todavía.
De cada una de las mitades emergieron dos figuras total mente opuestas.

La primera con un aspecto dulce, tranquilizador, y además irradiaba luz propia como la del objeto del que había surgido, y la segunda de un aspecto más siniestro y oscuro, que en lugar de luz parecía que emanaba un aura de oscuridad y maldad. 

Acto seguido las dos figuras empezaron a entablar una lucha sin medida, pero por lo visto estaban en igualdad de condiciones físicas, puesto que no conseguían ningún impacto, hasta que el ser que desprendía luz propia consiguió cegar al otro ser y provocarle una herida supuestamente mortal, ya que de ésta herida comenzaron a emerger otros seres similares.

Claramente en desventaja y superado en número, el ser de luz propia intentó hacer frente al grupo de seres que acababan de aparecer, y pudo  conseguir evitar los primeros impactos, ya que por lo visto, no tenían el mismo potencial que el original, pero obviamente al final consiguieron crearle heridas en su cuerpo, del que comenzaron a surgir otros seres con luz propia, al igual que había ocurrido con el ser oscuro.

Ya en igualdad de condiciones, prosiguió la batalla cada vez más violenta, puesto que cada vez habían más seres oscuros y brillantes, luchando y desdoblándose en otros seres de características similares. 
Sin embargo en medio de ese caos, algunos seres no se golpeaban, sino que eran absorvidos y fusionados creando seres diferentes a los que se habían visto hasta ahora.

Éstos nuevos seres no emitían ningún tipo de luz, pero tampoco tenían aura de maldad, por lo tanto al ver el espectáculo de la pelea entre seres de luz y oscuridad, se fueron apartando de la batalla, hasta que quedaron claramente tres grupos de seres definidos, puesto que ya no aparecían más seres de las heridas, y no se creaban seres neutros en la batalla.

Tras muchos siglos de batalla, algo hizo que poco a poco todos los seres dejaran de pelear. Ese algo era una especie de melodía que los impulsaba a separarse de la batalla y formar grupos según el rango de poder, estando los  dos primeros seres originales surgidos del objetos en el centro y el resto a su alrededor perfectamente formados.

Cuando todos estaban formados comprobaron que los seres neutrales estaban rodeando todos los grupos, dejando a los seres oscuros y brillantes encerrados. Justo en el centro de la formación y entre los dos seres originales comenzó a sonar cada vez más fuerte la melodía que los había inducido a ponerse en esa formación, y del suelo se elevó el objeto del que habían surgido los dos primeros seres.

La melodía paso a ser algo que parecía todos los seres conseguían comprender, y entonces... por vez primera... una voz surgió del objeto.
La voz había conseguido crear un lenguaje que todos los seres comprendieran y les relató:

- Me llaman Nora Soto.
Soy creador de toda vida existente y tengo el poder para destruir lo creado. 
Todo ciclo debe tener un equilibrio y así se ha creado. 
Tres grupos os halláis en mi presencia, el bien, el mal y la netrualidad que equilibra la balanza.
Todos los presentes  sois dioses de un mundo que he creado y en el cual rige una regla sencilla pero infalible.

El equilibrio.

A partir de ahora abandonareis el mundo en el que os encontráis para dejar paso a seres más sencillos y de menos poder que vosotros. Podéis crear esos seres, pensando en que hagan el bien, el mal o simplemente que habiten sin decantarse por ningún bando, siendo neutrales.
Pero os debo de recordar que si la balanza se decanta por un lado, y se rompe el equilibrio, volverá a repetirse lo que ha estado aconteciendo todo este tiempo, hasta que el equilibrio sea recompuesto.

Yo seguiré en éste mundo viendo como evolucionan los seres que creeis y si alguno me encuentra y aprende a usarme, podrá llamar hasta un total de tres de vosotros y al que tendreis que obedecer mientras pueda manteneos atados a éste mundo.
Así pues todos los dioses abandonaron sus cuerpos corpóreos, para empezar un mundo, en un principio equilibrado .